jueves, 12 de septiembre de 2013

¿Qué es la varicela ?,y riesgos de adquirirla.

¿QUÉ ES la varicela?
La varicela es una infección viral muy contagiosa provocada por el virus varicela zoster (VVZ). Se caracteriza por una erupción vesicular en forma de manchas y ampollas que producen picazón. Esta enfermedad es común entre la población infantil, aunque tiene una variante propia de los adultos, el herpes zoster, que resulta más seria y consiste en la reactivación posterior del virus.

CAUSAS
Se transmite a través de pequeñas gotas de líquido vesicular o secreciones del tracto respiratorio que son transportadas por el aire, especialmente cuando el enfermo tose o estornuda. También se contagia al estar en contacto con objetos que han sido contaminados. Por este motivo es importante que el paciente sea aislado: la probabilidad de transmisión entre los niños que asisten al mismo centro escolar o entre los miembros de la familia supera el 90 por ciento.



SÍNTOMAS DE VARICELA
Generalmente los enfermos no presentan síntomas evidentes antes de que se produzca el brote de la enfermedad, que viene acompañado por fiebre, cansancio, dolor de cabeza y falta de apetito. Los síntomas comienzan entre los 10 y los 21 días después de la infección. El máscaracterístico es la aparición de manchas rojizas y planas, que van tomando relieve poco a poco hasta convertirse en ampollas o vesículas. Estas provocan un gran picor, se rompen con facilidad y forman unas costras que se desprenden y desaparecen en, aproximadamente, dos semanas. El proceso se extiende hasta el sexto día de la enfermedad.
Las manchas aparecen en todo el cuerpo, especialmente en el tronco y el cuero cabelludo en brotes sucesivos. Los niños sanos pueden desarrollar hasta 500 lesiones dérmicas que, en ocasiones, dejan una marca permanente. En casos graves las manchas se extienden por las extremidades y el rostro. Además, pueden aparecer llagas en la boca, los párpados, el recto, la vagina y las vías respiratorias.





PREVENCIÓN
El objetivo de la vacuna es evitar la propagación de la enfermedad, sus complicaciones y la reinfección posterior en forma de herpes zoster. Puede administrarse en una única dosis, es muy bien tolerada y, generalmente, no presenta reacciones importantes en niños y adolescentes sanos. Los efectos secundarios son leves y se manifiestan en forma de enrojecimiento, dolor e inflamación en el área donde se ha aplicado. Asimismo, puede ocasionar mareo, cansancio, fiebre o náusea.
La vacuna previene la enfermedad hasta en un 80 por ciento de los casos y se administra a niños sanos entre 12 y 18 meses de edad. A partir de los 13 años pueden ser inmunizados con dos dosis. Puede aplicarse junto a otras vacunas, como las del sarampión, rubéola, paperas, polio, hepatitis B o meningitis. Sin embargo, no debe administrarse a personas con un sistema inmune débil o a las mujeres embarazadas. Las personas que no han sido vacunadas en su momento y corren un riesgo importante de sufrir complicaciones reciben anticuerpos una vez contraída la enfermedad.


TRATAMIENTOS
La varicela requiere una terapia antiviral y sintomática. La terapia sintomática se realiza con analgésicos, antihistamínicos y cremas o lociones que calman el picor. Su efecto es paliativo y transitorio. También son recomendables las compresas húmedas o los baños tibios para limpiar las heridas que se producen al rascar las ampollas y evitar posibles infecciones. En caso de infección bacteriana se administran antibióticos y si surgen complicaciones serias se emplean medicamentos antivirales, como aciclovir o interferón alfa.

complicaciones
Aunque la varicela es generalmente una enfermedad benigna, a veces aparecen complicaciones, especialmente en adolescentes, adultos y personas con las defensas bajas (inmunodeprimidos). Las más frecuentes son las infecciones de la piel y del tejido subcutáneo también denominada impetiginización, favorecidas por el rascado de las lesiones. Otra complicación típica es la neumonía, que puede ser causada por el propio virus de la varicela o por bacterias. También son típicas las complicaciones neurológicas, en especial la ataxia cerebelosa (alteración del equilibrio y marcha inestable, que suele desaparecer por sí sola). Excepcionalmente se ven complicaciones más graves como la encefalitis o la fascitis necrotizante.
Las embarazadas que no han pasado la varicela son especialmente sensibles dado que, además de tener más riesgo de presentar complicaciones, pueden transmitir la varicela al feto. Cuando la varicela se contrae en los dos primeros trimestres de la gestación puede causar una varicela congénita en el 1–2% de los casos, con alteraciones neurológicas, cicatrices en la piel y alteraciones oculares y esqueléticas. Si la varicela aparece entre 5 días antes y 2 días después del parto, puede aparecer en el recién nacido una varicela neonatal muy grave.
Otras posibles complicaciones son la segunda y sucesivas reapariciones, en las que se le llama Herpes Zóster. Y es más grave cuanto mayor es la edad del afectado, sobre todo por la posible neuralgia post-herpética, un dolor a veces de intensidad terrible que puede quedar permanentemente en las zonas afectadas de la piel. Es por estos riesgos que lo recomendable es vacunarse a corta edad para evitarlos en lo posible.







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